Fuente original del artículo:
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000971.htm
Displasia del desarrollo de la cadera
Es una dislocación de la articulación de la cadera que está presente al nacer y es una afección que se encuentra en bebés o niños pequeños.
Causas
La cadera está conformada por una bola y un receptáculo articulatorio. La bola, llamada cabeza femoral, conforma la parte superior del hueso del muslo (fémur) y el receptáculo (acetábulo) se forma en el hueso de la pelvis.
En algunos recién nacidos, el receptáculo está demasiado superficial y la bola (fémur) puede salirse ya sea parcial o completamente. Una o ambas caderas pueden estar comprometidas.
La causa se desconoce. Los bajos niveles de líquido amniótico en el útero durante el embarazo pueden incrementar el riesgo para el bebé de padecer esta enfermedad. Otros factores de riesgo abarcan:
Ser primogénito.
Ser de sexo femenino.
Posición de nalgas durante el embarazo, en la cual los glúteos del bebé están abajo.
Antecedentes familiares de este trastorno.
Gran peso al nacer.
Esta enfermedad se presenta en aproximadamente 1 a 1.5 de cada 1,000 nacimientos.
Síntomas
Es posible que no haya síntomas. Los que se pueden presentar en un recién nacido pueden ser:
La pierna con problema de cadera puede parecer que se sale más.
Disminución del movimiento en el lado del cuerpo con la dislocación.
Pierna más corta en el lado con la dislocación de la cadera.
Pliegues cutáneos desiguales de los muslos o las nalgas.
Después de los 3 meses de edad, la pierna afectada puede voltearse hacia afuera o ser más corta que la otra.
Una vez que el niño comienza a caminar, los síntomas pueden incluir:
Contoneo o cojera al caminar.
Una pierna más corta, por lo que el niño camina sobre los dedos del pie en un lado y no en el otro.
La región lumbar del niño se curva hacia adentro.
Pruebas y exámenes
Los pediatras examinan habitualmente a todos los recién nacidos y a los bebés en busca de displasia de la cadera. Existen varios métodos para detectar la dislocación de cadera o una cadera que se puede dislocar.
El método más común para identificar la afección es un examen físico de las caderas, el cual consiste en aplicar presión mientras éstas se mueven. El médico escucha para ver si hay algún chasquido, sonidos sordos o crujidos.
La ecografía de la cadera se utiliza en bebés más pequeños para confirmar el problema. Una radiografía de la articulación coxofemoral puede ayudar a diagnosticar la afección en bebés grandes y niños.
Una cadera que está verdaderamente dislocada en un bebé se debe detectar al nacer, pero algunos casos son leves y los síntomas pueden no desarrollarse hasta después del nacimiento, razón por la cual se recomienda hacer múltiples exámenes. Algunos casos leves son silenciosos y no se pueden detectar durante un examen físico.
Tratamiento
Cuando el problema se encuentra durante los primeros seis meses de vida, se utiliza un dispositivo o arnés para mantener las piernas separadas y volteadas hacia afuera (posición de pata de rana). Este dispositivo por lo general sostiene la articulación coxofemoral en su lugar mientras el niño crece.
Este arnés funciona para la mayoría de los niños cuando se comienza a colocar antes de los seis meses de edad, pero es menos probable que funcione para los niños mayores.
Los niños que no mejoran o a quienes se les hace un diagnóstico después de los seis meses con frecuencia necesitan cirugía. Después de la intervención quirúrgica, se colocará una férula en la pierna del niño durante un tiempo.
Expectativas (pronóstico)
Si la displasia de cadera se detecta en los primeros meses de vida, casi siempre puede tratarse con éxito por medio de un dispositivo de posicionamiento (dispositivo ortopédico). En unos pocos casos, es necesaria la cirugía para reubicar la cadera en la articulación.
La displasia de la cadera que se detecta después del comienzo de la lactancia puede llevar a un pronóstico desalentador y puede requerir una cirugía más compleja para reparar el problema.
Posibles complicaciones
Los dispositivos ortopédicos pueden ocasionar irritación de la piel. Las diferencias en las longitudes de las piernas pueden persistir a pesar del tratamiento apropiado.
Sin tratamiento, la displasia de la cadera ocasionará artritis y deterioro de la cadera misma, lo cual puede ser gravemente debilitante.
Cuándo contactar a un profesional médico
Consulte con el médico si sospecha que la cadera de su hijo no tiene una posición apropiada.
Nombres alternativos
Dislocación en el desarrollo de la cadera; Displasia del desarrollo de la articulación de la cadera; Displasia congénita de la cadera; Dislocación congénita de la cadera; DDC; DDH; arnés de Pavlik
Referencias
Sankar WN, Horn DB, Wells L, Dormans JP. The hip. In: Kliegman RM, Behrman RE, Jenson HB, Stanton BF, eds. Nelson Textbook of Pediatrics. 19th ed. Philadelphia, Pa: Saunders Elsevier; 2011:chap 670.
Cooperman DR, Thompson GH. Neonatal orthopedics. In: Martin RJ, Fanaroff AA, Walsh MC, eds. Fanaroff and Martin's Neonatal-Perinatal Medicine. 9th ed. St. Louis, MO: Mosby Elsevier;2010:chap 54.
Actualizado: 1/27/2013
Versión en inglés revisada por: Jennifer K. Mannheim, ARNP, Medical Staff, Department of Psychiatry and Behavioral Health, Seattle Children's Hospital. Also reviewed by A.D.A.M. Health Solutions, Ebix, Inc., Editorial Team: David Zieve, MD, MHA, David R. Eltz, Stephanie Slon, and Nissi Wang.
Traducción y localización realizada por: DrTango, Inc.
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